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Aunque exponiendo en galerías y trabajando a comisión, Banksy se mantuvo activo como artista ilegal. Su trabajo de calle ya no pertenecía a la escena del graffiti, pero tampoco estaba asociado con el mundo del arte contemporáneo. En cambio, Banksy era parte de un nuevo grupo. de los artistas del postgraffiti que, como Basquiat, Keith Haring, y Blek le Rat antes que ellos, estaban experimentando con nuevas formas de arte urbano no autorizado. Pensé que el graffiti iba a cambiar el mundo del arte sacudió todo, y no hizo eso. Simplemente permaneció relativamente bajo tierra. El mayor éxito que tuvo el graffiti fue trabajar con marcas. Realmente no se convirtió en galerías de arte. No fue recogido por coleccionistas. Y a medida que me desilusionaba cada vez más con graffiti, esta cosa rara llamada arte callejero comenzó a suceder. Los escritores de graffiti se reinventaron, y tenías gente como Cost y Revs que empezaron a poner pasta de trigo por todas partes con todo tipo de mensajería. Y luego tienes la aparición de personas como Shepard Fairey, quien también vio el potencial de solo poner carteles, como anuncios de clubes de rock de anuncios punk. De repente, estas pequeñas ratas empezaron a aparecer. Y más gente estaba haciendo pegatinas que no se basaban en una marca de patinetas. Estaba Shepard Fairey, estaba Bast, estaban Foul, Banksy, Osgemeos. Personas que aprovechan una oportunidad en la calle. y convertirla en su ventaja. Ya sabes, convertir bolardos en misiles. Y suena como cursi y pero era algo diferente. Había mucha gente en todo el mundo. que estaban haciendo algo que no era graffiti, y en ese momento no tenía nombre. El naciente movimiento de arte callejero encontró una casa en Shoreditch, un distrito ruinoso en el Lado Este de Londres, donde prosperaba un nuevo metro. Era un lugar mixto donde los inmigrantes, la gente sin mucho dinero podía mezclarse. Toda esta nueva escena callejera comenzó a moverse. Allí iban artistas de todo tipo, porque el alquiler era barato. Banksy, que ahora vivía en Londres, era un elemento fijo en The Dragon, un pequeño bar escondido en una calle lateral cerca de la rotonda de Old Street
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