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te da de los chalecos que usan todos. Si tú quieres traer una buena pistola, que para mí es la Pietro Beretta, pues ahí van tus diez pesos, a la quincena, ¿cuánto es de diez pesos diarios? Y si tú quieres tener patrulla, pues primero es el entre con el encargado de las patrullas. [continúa “Waking Doll” de Inspired] [hombre] Apréndete tus líneas. Yo libres, neto, vengo cobrando a la quincena como mil cien pesos. Y, de ahí, mantén a tu familia. De ahí… paga tu comida, de ahí, paga el transporte. De ahí, paga las necesidades. [suena “Bryars: The Sinking of The Titanic” de Gavin Bryars Ensemble] [Montoya] Yo qué más quisiera… ser el policía que antes era. Amanecer y sentirme bien de que voy a ir a trabajar. Querer… Querer ayudar. [Teresa] Fui policía, qué desilusión. No cumplo las expectativas que yo pensaba para la carrera policíaca. Pero si me pagan por hacerlo, y si no lo hago, me siguen pagando, mejor hago que no lo hago. Es la realidad. [continúa “Bryars: The Sinking of The Titanic” de Gavin Bryars Ensemble] [Montoya] Y digo, después de un trabajo en el cual yo entré por amor, por gusto… me hacen… pensar que es una basura, ¿no? [Teresa] Para mí, la mejor etapa de mi vida, en años en la policía, fue la Academia. Que es algo tan bonito e intenso vivir esa formación, que la disfrutaba tanto cuando estábamos marchando o llevando la instrucción militar a las : a. m. A veces, de la satisfacción, de día respirabas, veías… Hacia el fondo nada más se ven los cerros, no se ve nada. Y, a veces, sentía las ganas de llorar, pero no era de tristeza, sino de gusto, decía: “Qué chido se siente”. En los exámenes que nos ponían a hacer, ya la prueba de decisión era al último. Estaban los compañeros de Fuerza de Tarea y dicen: “Bueno, ya acreditaste el acondicionamiento físico, nada más que incluye la prueba de decisión”. Y yo ahí sí dije: “No me voy a aventar, yo no sé nadar”. Nos amarraban un lacito y nos decían: “Aviéntate. Y el chiste es la decisión. No es que sepas nadar, nada más demostrar la decisión. Ya en cuanto tú te avientes, te vamos a sacar”. Pero era mentira, porque legalmente,
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