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Y la película muestra la realidad . en el frente oriental. ¿Qué será de nosotros? No se preocupen por eso, señoras. Irás a un campo de concentración. ¿Y ahora? Ahora deberíamos dormir un poco. ¿Y donde? Algún sitio bonito. Un corazón como el mío no le gusta estar solo Amor y guerra y canciones de nuevo. Una película que levanta la moral que transforma un ataque aéreo en un evento romántico. ¡Todo claro! ¿Dónde poner las manos? El amor golpea como un ataque con bomba. Guerra con los soviéticos. Por eso el capitán tuvo que marcharse de inmediato. Se suponía que las mujeres debían quedarse atrás mientras los hombres peleaban. Sé que sucederá otro milagro Y mil cuentos de hadas se harán realidad Sé que ningún amor puede pasar tan rápido Cuando es tan inmenso y maravilloso En la hermosa época de las rosas Encontré un querido Eso no fue todo. En medio de la guerra, volvió el realismo. No fue necesariamente neorrealismo. Era un realismo nuevo, cargado de romanticismo. Poesía cotidiana. Berlín tiene .. habitantes . Quiero mostrarte Berlín. En estas historias cotidianas de gente ocupada durante la guerra, surge otra Alemania, una mirada atenta a los márgenes y a la vida cotidiana que estaba menos estrictamente controlado. Otro tema volvió. Había sido sepultado por la glorificación de la patria, la sangre y la tierra. La ciudad. La ciudad significaba contradicción. Y mujeres trabajadoras. El Wannsee. Un año antes, la Conferencia de Wannsee se celebró en la orilla opuesta. ¡Tú también eres de Berlín! ¿Por qué? Club deportivo de Charlotte. No, los baúles son de la anciana. ¿Señora mayor? Sí. Oh, tu anciana? ¡Dejas sola a tu madre el primer día de tus vacaciones! ¡Primer día, deseo! ¿Por qué? Es mi único día de vacaciones. Me gustas mucho más que antes. ¿Y tu madre? No tengo madre No tengo a nadie en absoluto. Ni siquiera parientes. Tampoco quiero. Oh. Los cuerpos también eran más visibles, pero se ven tan inhibidos, tan extrañamente rígidos e inseguros. Puedes sentir timidez y ver que no saben qué hacer con sus cuerpos. Tuve que alejarme de todo. ¿En realidad? ¿No me crees? ¡Por supuesto!
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